En un caso de violación a los derechos del consumidor, la justicia de General Roca condenó a una concesionaria de Bahía Blanca y a la empresa Plan Óvalo de Ford a entregar una camioneta 0km y a pagar una indemnización millonaria a una clienta que se vio perjudicada por sus prácticas comerciales abusivas.
La Cámara Civil de Apelaciones de General Roca, provincia de Río Negro, condenó a una concesionaria de Bahía Blanca y a la empresa Plan Óvalo de Ford a entregar una camioneta 0km y a pagar una indemnización millonaria a una clienta que se vio perjudicada por sus prácticas comerciales abusivas. Además, el Tribunal ordenó el pago de una multa de $5.000 diarios “por cada día de mora en el cumplimiento de esta obligación”.
La demanda fue interpuesta por una mujer que participaba del plan de ahorro y, luego de cumplir, con los requisitos que le impuso el contrato de adhesión que firmó, finalmente resultó adjudicada. Sin embargo, nunca pudo retirar la camioneta porque a último momento le informaron la exigencia de nuevos requisitos, fuera de contrato.
Los magistrados explicaron que su sentencia tiene una intención aleccionadora de hacer “desistir a las empresas de la práctica comercial reprochable”.
Cuando procuró retirar el rodado, desde la agencia le informaron que el dinero de la licitación “lo retendrían durante tres meses a fin de participar de otras licitaciones si era necesario y luego, eventualmente, se le devolvería sin actualizar y descontándole un 10%”. Para los miembros del Tribunal, dicha decisión es “muy grave y arbitrario” porque significa “las empresas un crédito gratuito con el que obtendrían jugosas e ilícitas rentas, potenciadas por la altos índices de inflación y tasas de interés del mercado”.
«Lo que podría haberse hecho funcionar como una herramienta formidable para permitir que un mayor número de personas acceda con mecanismos transparentes y económicamente accesibles a vehículos 0 Km, ha concluido siendo formas absolutamente reprobables de financiamiento y enriquecimiento espurio de las terminales automotrices y sus concesionarias», sostiene el fallo.
En ese sentido, los camaristas agregaron que las empresas «no solo trabajan con dineros ajenos sin costo alguno, sino que, por el contrario, cobran por operar con tales recursos”.
Los magistrados explicaron que su sentencia tiene una intención aleccionadora de hacer “desistir a las empresas de la práctica comercial reprochable”.
Finalmente, los jueces condenaron a las demandadas a pagar una indemnización millonaria a la mujer y le impusieron una multa diaria de $5.000 por cada día de incumplimiento.
Fuente: Diario Judicial