Atlético de Madrid niega el pase de Griezmann al Barcelona y le reclama una diferencia millonaria

El Barcelona F.C. ha anunciado hoy su fichaje por el francés campeón del mundo Antoine Griezmann, tras abonar la suma de 120 millones de euroes en concepto de la cláusula de rescisión al Atlético Madrid. Sin embargo, ha nacido una nueva polémica, puesto que el club de la capital española emitió otro comunicado donde solicita se le abone una suma de 200 millones de euros.

Para el club catalán, la operación ha quedado perfeccionada puesto que «ha hecho efectiva la cláusula de rescisión del jugador, mediante la cual ha quedado desvinculado del Atlético de Madrid», anunción la entidad blaugrana en su comunicado de prensa.

Unos instantes más tarde, el club capitalino emitió una proclama por la cual expresa su divergencia, entendiendo que aún se le adeuda la suma de 80 millones de euros, siendo insuficiente la cifra de 120 millones. A continuación transcribimos el comunicado.

«Antoine Griezmann, representado por su abogado, ha comparecido en la sede de la Liga de Fútbol Profesional para rescindir unilateralmente el contrato que vincula al jugador con el Atlético de Madrid, habiendo depositado el Fútbol Club Barcelona en nombre y por cuenta del futbolista la cantidad de 120 millones de euros.

El Atlético de Madrid considera que la cantidad depositada es insuficiente para hacer frente a su cláusula de rescisión, puesto que es obvio que el compromiso del jugador y del Fútbol Club Barcelona se cerró antes de que la citada cláusula se redujera de 200 a 120 millones de euros. También fue anterior a la fecha en la que se produjo la modificación de la cláusula la comunicación que el jugador realizó el 14 de mayo anunciando su desvinculación del club.

El Atlético de Madrid cree que la extinción del contrato se produjo antes de la finalización de la pasada temporada por hechos, actos y manifestaciones realizadas por el jugador y por ello ha iniciado ya los procedimientos que ha considerado oportunos para la defensa de sus derechos e intereses legítimos».

Así las cosas, queda planteada la disputa en cuestión. ¿Hasta dónde llegará este conflicto? ¿Deberá intervenir el TAS?

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